13 de julio de 2010

A veces la vida es triste, a veces feliz. A veces nos reímos y otras lloramos. Muchas veces nos toca decir, odio mi vida, y ¿porque? Si la vida siempre es así, nos la tenemos que bancar. No vale la pena llorar, o estar triste, la vida es una, es un largo camino que recorremos, en el crecemos, nos formamos y vivimos miles de cosas. Siempre llega el momento de la tristeza en que pensamos que no podemos seguir, y no queremos afrontar las cosas, pero tenemos y debemos entender, que hay que disfrutar el día a día, vivir con lo que nos hace feliz y la tristeza dejarla de lado. Ya habrá tiempo para sufrir por cosas mas graves. Seguramente hay cosas que nos entristecen y nos llenan el corazón de lágrimas, siempre está ese nudo en la garganta que llega un momento que no lo podemos contener, de vez en cuando está bien llorar, pero al mismo tiempo debemos pensar, ¿Realmente vale la pena derramar un par de lágrimas por eso? Si total, momentos después estaremos sonriendo y nos olvidaremos de todo. Para estar bien, debemos alejarnos de eso que sabemos que nos hace mal y nos angustia tanto, dejar de ser tan masoquistas, y no seguir con todo eso, tenemos que juntarnos con la gente que nos hace reír, esa que nos hace feliz, y olvidar las cosas malas.

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